El fotoperíodo es el tiempo de exposición a la luz que necesita una planta de cannabis durante su vida en cada etapa de su ciclo de cultivo.
El fotoperiodo en interior
Una planta de cannabis es fotosensible, necesita de luz y calor para crecer y de oscuridad para desarrollarse y florecer. El fotoperiodo es el tiempo de exposición que necesita la planta en su ciclo de cultivo, y con excepción de las autoflorecientes, determina el paso de una etapa a otra, lo que permite al cultivador controlarlo para lograr objetivos de crecimiento, rapidez o producción en las plantas de cannabis.
Tipos de iluminación y características generales:
Cada cultivador puede elegir el sistema lumínico que más le acomode, pero hay que considerar algunos aspectos generales con respecto a la iluminación.
Rendimiento:
El rendimiento de un sistema de iluminación debe medirse en cada etapa del cultivo dependiendo de los objetivos del cultivador, pero en general se mide en vatios o watt por lúmenes, es decir, la potencia que tendrá la luz de cultivo por la energía que consumirá (wt)
Espectro lumínico:
Es el rango de clasificación y medida de la luz visible y su longitud de onda. En el cultivo esto sirve para que las plantas de cannabis reciban el tipo de luz óptimo en cada ciclo de cultivo ya que no todos los espectros ni medidas tienen el mismo efecto en la fotosíntesis. El espectro se mide en nanómetros (nm) y cada color tiene un rango. Para las plantas de cannabis el ideal es llegar a activar las longitudes de onda PAR (radiación fotosintéticamente activa) que más afectan sus procesos bioquímicos.
Calor:
Hay que considerar el calor que generarán las luces que utilizaremos en nuestro cultivo. El sodio por ejemplo tiene una buena potencia pero produce mucho calor y necesariamente se tendrá que considerar un sistema de enfriamiento en la carpa de cultivo. Los LED por el contrario son luces “frías” ideales para cultivo de verano, pero en invierno se deberá prestar mucha atención a la temperatura exterior para que en el interior las plantas se desarrollen con normalidad.
Potencia de la luz:
La potencia se mide en lúmenes (lm) que es el flujo luminoso de un sistema de iluminación. La cantidad de lúmenes por metro cuadrado determinará la potencia con la cual llega la luz a las plantas de cannabis en el área de cultivo.
No necesariamente más lúmenes serán igual a más producción porque esta depende de otros factores como el calor, la genética y el espacio de la carpa de cultivo. Una luz muy fuerte en un espacio muy pequeño terminará quemando y estresando a la planta la cual no tendrá una producción de tricomas y terpenos adecuada lo que se traducirá en cogollos sin olor ni sabor, y quizás con un “pegue” muy bajo.
PEQUEÑA GUIA PARA EL CULTIVO INTERIOR. (2° PARTE)
A excepción de las variedades autoflorecientes (automáticas), los ciclos de cultivo en las plantas de marihuana cambian en cada etapa de acuerdo a sus necesidades.
En esta segunda parte, te explicaremos sobre el fotoperiodo necesario para cada etapa.
Plántulas:
Tanto para la germinación como para los clones hasta el estado de plántula se necesita una luz fluorescente de bajo consumo. Las ampolletas CFL son muy fáciles de encontrar en el mercado, consumen poca energía y son económicas, pero solo te durarán unas semanas si quieres comenzar a agrandar tus plantas. El ciclo de eliminación para esta etapa es de 18 horas de luz y 6 de oscuridad. No dejes la luz a más de 60 cm o se “espigarán” (alargarán) tus plantas.
Vegetación
El periodo vegetativo se inicia cuando las plantas desarrollan sus hojas verdaderas. Este es un buen momento para cambiar a una luz con más potencia y de otro espectro que puede ser una LED o HID. Los lúmenes de potencia indicados para esta etapa están entre los 1500 nm y 2000 nm.
Las luces HID son las más conocidas por los cultivadores y hay de dos tipos; MH (Haluro metálico) y HPS (Sodio de alta presión) .Estas luces de cultivo se ocupan en diferentes etapas del ciclo, el sodio que es de espectro blanco o azul es ideal para las plantas en vegetativo y el haluro que es de espectro rojo es ideal para la fase de floración. Estas luces requieren de un reflector y un balastro con una instalación de mediana complejidad, pero son económicas y tienen un buen rendimiento tanto de consumo como de producción. Se estima que se podrá obtener de 0,5 a 1g por vatio (o watt) en el metro cuadrado, algo así como entre 250g- 600g. Se encuentran disponibles en 250 wt, 400 wt, 600 wt y 1000 wt.
La fase vegetativa puede durar lo que el cultivador estime según la genética y su objetivo de cultivo pero con un mínimo de 3 semanas y un máximo de 6 semanas. Si el objetivo de cultivo es que las plantas crezcan mucho antes de ponerlas en floración para que desarrollen más hojas y altura, entonces esta fase tendrá que durar más de 3 semanas. Si por el contrario se buscan plantas más discretas para no pasar de una cierta estatura y follaje, se dejarán solo 3 semanas en esta etapa para poner el mayor esfuerzo en la etapa de floración.
Ciclo de iluminación en vegetación
La fase vegetativa termina cuando se ponen a florecer las plantas cambiando su ciclo lumínico. Durante la etapa de vegetación el tiempo de luz recomendado es de 18 horas de luz y 6 de oscuridad para las variedades fotoperiódicas y de 20 horas de luz y 4 de oscuridad para las autoflorecientes.
Las variedades automáticas o autoflorecientes florecen por sí sola al llegar a su madurez, pero cualquier estrés lumínico, del ambiente o de cultivo puede adelantar su floración y no llegar a desarrollarse correctamente por lo que hay que prestar mucha atención en el cultivo de estas variedades. Hay cultivadores que las dejan 24 horas, pero es muy riesgoso ya que se deberá controlar siempre el ambiente para regular que temperatura y humedad no pasen los rangos adecuados, además durante el tiempo de oscuridad se desarrollan mejor sus tricomas.
Floración
El periodo de prefloración y floración se inicia cuando se cambia el fotoperiodo a 12 horas de luz y 12 de oscuridad para que las plantas desarrollen sus cogollos. Los lúmenes de potencia indicados para esta etapa están entre los 4000 nm y 5000 nm.
Si usas luces HID, deberás cambiar a la de Haluro en floración que es de espectro rojo ideal para la fase de floración. Con las luces LED no tendrás que cambiar y solo encender las moradas y rojas del panel.
El tiempo de floración dura según la genética y hasta que por observación la planta esté lista para el corte.
Las variedades automáticas o autoflorecientes florecen por sí solas al llegar a su madurez por lo que no se les debe cambiar el ciclo de iluminación para esta etapa.
Ciclo de iluminación en vegetación
A Las variedades fotoperiodicas o feminizadas se les debe cambiar el ciclo de iluminación para florecer a 12 horas de luz y 12 de oscuridad. De esta manera desarrollarán mejor sus tricomas y terpenos para alcanzar su máximo potencial.
¿Qué luces son mejores para el cultivo de cannabis?
Esto dependerá del espacio disponible, la genética, el tiempo que le dediques al cultivo, tu presupuesto y tu experiencia como cultivador.
Para espacios y proyectos pequeños, las luces HID son ideales con los wtt adecuados entre 400 a 600. Las luces fluorescentes o CFL pueden funcionar pero su producción es inferior, llegando a los 0,3 g por vatio o watt.
Las luces LED son bastante caras, pero solucionan el problema del control de temperatura y rinden entre un 0,5 g y 1,8 g por vatio. Las luces LEC ( Halogenuros metálicos cerámicos) son bastantes buenas ya que utilizan un quemador cerámico, tienen un espectro mejor para las plantas de cannabis, más lúmenes por vatio, tienen balastro instalado lo que hace que sea sencillo su montaje y producen hasta 1,5 g aproximadamente por vatio.